jueves, noviembre 03, 2011

74.

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Era verla y vivirlo todo de nuevo. Siempre queda algo por decirnos, cosas por vivir. Cada reencuentro es una oportunidad de hacer que todo salga bien. Ella es bellísima, brillante, encantadora. Volver a verla es mirar los ojos de la mujer de mi vida.

Sin embargo, siempre nos pasa igual. La pasión se desgasta con cada día de rutina e idiosincrasias. Se vuelve intolerable su risa de costumbre, su actitud pasiva, sus roces fríos.

Es cuando sé que llega el momento: La desactivo, destruyo su cuerpo sintético descargando la terrible frustración de perderla y la tiro como chatarra.

Entonces me toca esperar. Sólo son unos cuantos meses para abrir la cochera y encender otro androide del mismo modelo y comenzar de nuevo. Esperar decir, esta vez, las cosas correctas, de hacerlo todo bien.

Y es que en los meses que no está la extraño tanto.
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