viernes, marzo 02, 2012

75.

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Quería borrar toda característica humana, biológica de sí mismo. Mandó construir un cuerpo robot perfecto, brillante, fuerte y eterno. Platino, aluminio, cobre, oro formaban al ser que siempre quiso ser. Transmitió su cerebro a la entidad cibernética y le dijo adiós al instinto, los sentimientos y las patéticas necesidades mortales.

El problema empezó a los 2 días: Tras 40 horas de iniciar su nueva existencia, se sentía cansado, con sueño y mucha hambre. Era imposible y lo sabía, pero eso no quitaba esas sensaciones de su conciencia. Su cuerpo no se apagaba; tenía celdas solares que lo mantenían siempre con energía. No tenía estómago, no tenia boca por lo que no podía recibir bocado alguno.

La necesidad era desesperante. Buscaba alimentos y los restregaba en su frío rostro metálico. Tapaba las cámaras que eran sus ojos buscando la oscuridad del sueño, pero nunca podría cerrarlos.

Murió casi una semana después, dejando un cuerpo robótico casi nuevo, perfecto, brillante, fuerte y eterno. Nadie había perfeccionado la autopsia robótica, pero si alguien hubiera analizado en qué falló este experimento, fue que su instigador y ujeto de pruebas había olvidado lo fuerte que es el instinto humano.
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1 comentario:

Blackpaco dijo...

4 meses, pero se terminan estas mentiras con el tema de los reencuentros. Espero sigan por acá, leyendo.

Francisco Espinosa.