.
Siempre lo admiró. Era todo lo que él quería ser, poseía todo lo que él quería tener, dominaba todo lo que él quería saber. Desde el momento en que lo conoció quiso conocer cada detalle de él y entender cómo había llegado hasta ese punto.
Lo seguía, lo buscaba, le robaba pequeñas cosas para analizarlas. Sorpresivamente aparecía dónde él iba a estar y no lo perdía de vista.
Poco a poco, meticulosamente, aprendía su forma de caminar, su entonación al hablar, sus gesticulaciones y manías.
Consiguió su dirección y lo observaba de cerca. Lo seguía en sus compras, en sus salidas, en su intimidad. A veces hacía pequeñas pruebas y se paraba junto a él, imitando a la perfección cada pequeño detalle de lo que hacía, hasta que podía reproducirlo casi simultáneamente.
Después vino su voz, sus ideas. Podía tener conversaciones completas repitiendo frases que no le pertenecían, con conocimientos de los que carecía. Se fue convirtiendo en él… pero no era suficiente.
Una noche entró a su casa y se quedó ahí, escondido, perdido en la oscuridad. Fueron días de ver su espacio, de investigarlo, de monitorear sus movimientos en su hábitat.
Hasta que un día sucedió sin saber muy bien cómo. En cada habitación y en cada salida iba con él sin ser notado. Cada movimiento, cada gesto que él hacía lo duplicaba al mismo tiempo, en absoluta sincronía. Era su sombra y no se despegó de él jamás.
Y cuando en la soledad él apagaba la luz, su sombra se expandía y lo cubría con la esperanza de tomar su lugar. Pero aún con esa cercanía, nunca podría saber qué había en su cabeza.
.
-
6 comentarios:
Que bien, Paco, dos buenos cuentitos, y en días consecutivos.
A ver hasta donde te lleva la inercia...
Veamos... espero que lejos, aunque hoy ya tengo harta chamba, pero espero me de tiempo de hacer otra mentirilla.
¡Estás de vuelta! Me encanta leerte...
Las sombras, me encanta el tema. Curiosamente siento que ahora hay una línea que vincula los relatos, va más allá de unirlos en un tema común... quiero ver hasta dónde llegarás...
Gracias, vida. No sé si haya un hilo conductor, al menos no es consciente. Sin embargo debe haber ideas similares entre un cuento y otro. Me puse a buscar el peso simbólico de las sombras (ya me conoces, para encontrar la metáfora) y hay muchas ideas diferentes, aunque con ciertos puntos comunes.
"Estamos en su sombra" que significa estar junto o seguir a alguien de mucho peso. "Es la sombra de si mismo" que significa que estar deslavado, perdido. "La vida es una sombra" que significa que es ilusoria. "Bajo su sombra no crece nada" que significa que a su cuidado no deja que nada prospere. En fin... de ahí las mentiras de esta semana. Ojalá funcionen.
Gracias por leerme, amor.
Es la primera vez que leo tu blog, lo encontré por pura suerte mientras viajaba por este mundo loco; me agrado mucho el cuento.
Saludos y que sigas adelante n_n
Gracias.
Publicar un comentario